La expresión mediante el uso de imágenes ha sido y es una de las herramientas más utilizadas por el hombre desde los orígenes de la humanidad. Los seres humanos necesitaron plasmar su mundo –esperanzas, temores, angustias– mediante imágenes.
Los mandalas, como dibujos sagrados, han sido y siguen siendo utilizados en distintas culturas como herramientas rituales, de poder o amuletos y, por supuesto, como herramientas de meditación. Esto les da un profundo contenido ritual y los transforma en sagrados. No importa si hablamos de los diseños en arena de los indios navajo, del Kalachakra Mandala del Budismo Tibetano, de los amuletos en forma de yantras del hinduismo tántrico, de los crípticos dibujos del alquimista medieval o de los diseños que han sido dibujados por nosotros mismos. Lo importante es que son una manera maravillosa de que los contenidos ocultos de nuestra psique se vuelvan conscientes y, por lo tanto, factibles de ser utilizados para nuestro camino de crecimiento. seamos cada vez más conscientes, observemos cada vez más nuestro interior y permitamos que la sabiduría ancestral nos guíe en la búsqueda.
Autora: Lic. Laura Podio