Redescubrir la luz y la naturaleza, aplacar el pensamiento para devolverle a la sensación un lugar primordial en el modo en que vemos la realidad. ¿Acaso los impresionistas nos enseñaron a meditar a través del arte? Probablemente sí, aunque no tuvieran plena consciencia de ello. Hoy, gracias a las técnicas de mindfulness, los mandalas y el arte-terapia, somos conscientes de que es posible sanar el espíritu, acallar las voces de la mente, reencontrarnos con nuestro ser interior a partir del dibujo, la pintura y las emociones que viven dentro nuestro. Los dibujos que presentamos a continuación fueron especialmente diseñados para tal fin, a partir de las obras más famosas de los representantes de este movimiento pictórico de finales de siglo XIX