Dos clásicos de incuestionable vigencia que retratan con maestría los interrogantes de la raza humana.
Además de una formidable novela de ciencia ficción, La guerra de los mundos es una crítica a la Inglaterra victoriana y a su afán imperialista. Los marcianos atacan la Tierra de manera traicionera, pero son derrotados por el más inesperado aliado de la raza humana. Un narrador anónimo relata todos los pormenores y describe escenas que ya forman parte del imaginario colectivo contemporáneo, como la imagen fantasmagórica de las naves alienígenas que surgen de las entrañas de la Tierra para sembrar la destrucción. Publicada originalmente en 1898, la historia se mantiene vigente como una invitación a reflexionar sobre el destino de nuestro planeta, sin perder la esperanza en la salvación.
Publicada hace un poco más de un siglo, La isla se los pingüinos es un clásico memorable que pide a gritos subrayar frases y rescatar párrafos enteros, y en el cual las pretensiones civilizadoras y las farsas sociales son criticadas una y otra vez de forma tan mordaz como sutil y disfrutable. El gran desafío (y no menor placer) para el lector del siglo XXI es encontrar en esta obra inmensa ecos de lo que sucede en su propia sociedad y en su propio tiempo.