Las mujeres solo por su condición de ser mujeres sufrieron a lo largo de la historia la continua acción de opresión y apartamiento. Consideradas inferiores, incapaces, dependientes, a causa de la supuesta esencia femenina, vivieron predestinadas a permanecer exclusivamente en los ámbitos y las tareas dictadas por el hombre. Este pack reúne dos libros que demuestran que, a pesar de esta persecución, las mujeres se animaron a pensar y, desde la literatura, el arte, la filosofía y la ciencia, entre otras disciplinas, dejaron el legado de páginas escritas que revelan el poder intelectual y emocional de su pensamiento.
A veces considerada la rival literaria de Virginia Woolf, Katherine Mansfield desarrolló una prosa que la sitúa como maestra de la subjetividad. En Cuentos Íntimos, los sentimientos que estremecen a sus protagonistas irrumpen en lo cotidiano. Admiradora de Chéjov, Mansfield compone los relatos con "trozos de vida", vistazos súbitos sobre la comedia humana, detenidos en el tiempo, capturados en una determinada escena. Una autora que supo mostrarle al mundo que el lugar que la cultura imperante, patriarcal y heteronormativa, asignaba a la mujer era el de lo íntimo, pero que esa intimidad a la que había sido relegada, podía y debía elevarse a la categoría más trascendente de las experiencias humanas.
Publicada póstumamente en 1818, Persuasión es la última novela escrita por Jane Austen. En ella se narra la historia de una mujer en su madurez, una mujer sensible, paciente y menospreciada, que, años después de haber rechazado (persuadida por un mal consejo) al hombre que amaba, ve cómo este reaparece en su vida, rico y honorable pero aún despechado. En esta novela las peripecias son mínimas y los grandes acontecimientos están casi ausentes. Apenas hay sucesos externos, y buena parte del relato está al servicio de dar cuenta de los pensamientos, esperanzas, zozobras, dudas, inseguridades y recuerdos de la contenida Anne Elliot. Algunos estudiosos la han calificado de “otoñal”, y es un adjetivo que cuadra bien con su tono intimista y melancólico, así como también con su protagonista, que es consciente de que la primavera y el verano de su vida ya se han escapado de manera irremediable.