Un zendala es una forma particular de mandala que logra estados más profundos de meditación. Gracias a la posibilidad de hacerlos en cualquier lugar y momento, es una técnica ideal para “limpiar” la cabeza del estrés y las preocupaciones cotidianas. Es una manera de crecer mientras vamos trabajando; cerramos las vías de los estímulos interiores que nos traen distracciones permanentes y nos concentramos plenamente con el pequeño espacio que estamos dibujando, rellenando con texturas. Es en esta belleza externa que hallaremos nuestra belleza interna, nuestros pequeños espacios, nuestros silencios y nuestras palabras. Es en ese momento en que comenzaremos a relajar el cuerpo y focalizar la mente y los sentidos.